Es un trastorno cutáneo caracterizado por ampollas grandes.
Se desconoce la causa, pero puede estar relacionada con trastornos del sistema inmunitario, algunas otras enfermedades o el uso de algunos medicamentos.
El penfigoide ampolloso generalmente ocurre en personas de edad avanzada y es poco frecuente en personas jóvenes. Los síntomas aparecen y desaparecen. En la mayoría de los pacientes, la enfermedad desaparece al cabo de seis años.
Algunas personas pueden ser asintomáticas, mientras que otras pueden presentar irritación y enrojecimiento leves.
En los casos graves, se presentan múltiples ampollas, llamadas bullas, las cuales generalmente están localizadas en los brazos, las piernas o la parte media del cuerpo. Alrededor de un tercio de las personas con penfigoide ampolloso también desarrollan ampollas en la boca. Las ampollas pueden romperse y formar úlceras o heridas abiertas.
Otros síntomas pueden abarcar:
Los exámenes que se pueden hacer para ayudar a diagnosticar esta afección abarcan:
Se pueden prescribir potentes antinflamatorios llamados corticosteroides, algunos de los cuales se suministran por vía oral, mientras que otros se aplican por medio de una inyección. En personas con formas precoces de la enfermedad, se pueden utilizar cremas de corticosteroides.
El médico puede prescribir quimioterapia o medicamentos que ayudan a inhibir el sistema inmunitario.
Los antibióticos llamados tetraciclinas se pueden utilizar en los casos leves. La niacina (una vitamina del complejo B) algunas veces se administra conjuntamente con la tetraciclina.
El penfigoide ampolloso por lo general responde bien al tratamiento y la mayoría de los pacientes pueden dejar de tomar los medicamentos después de varios años. Sin embargo, la enfermedad algunas veces se presenta nuevamente luego de haber terminado el tratamiento.
La complicación más común es la infección de la piel.
Solicite una cita con el médico si presenta: